Contrarreloj para Basilea II y III
La tecnología crece a un ritmo incansable, constante y, para según qué normativas, inalcanzable.
La crisis que se inició con la caída de las subprime allá en lo que parece un lejano 2008, han dejado tras de sí toda una serie de cambios y modificaciones que tenían como finalidad la regulación en el sector bancario de ciertos aspectos relacionados con el capital propio y el riesgo de sus inversiones.